Vanidades

Uds pensarán que soy una persona frívola y envasada al vacío. Tienen razón, me hago cargo.
He descubierto que el mal humor que venía arrastrando desde la estimulación anterior no tenía tanto que ver con la frustración o con las hormonas como con el peso q subí.

No estoy orgullosa de eso, me parece una reverenda falta de moral y sentido común subordinar mi estado de ánimo, y hasta hacer peligrar mi pareja (como consecuencia secundaria a mi mal humor) al talle de mi pantalón.

Lo peor es que esta tilinguería la incorporé de chiquita, viendo comcomo todas las mujeres de mi familia invertían demasiada energía en verse bien, es decir, flacas. Es tan medular de mi que ya me resigné a convivir con ella. Por la Gracia de Dios no llegué jamás a la bulimia o la anorexia, yo era una candidata ideal.

Yo entiendo tratar de estar y sentirse lo mejor posible, para uno mismo y para su pareja. Incluso lo considero un deber para con nuestra salud, y nuestros maridos a quines no podemos estafar duplicando nuestra masa corporal a los 5 años de casados.

No suelo hacer dieta, como bastante sano, y me doy con absolutamente todos los gustos que se me pasan por la cabeza. No es raro que un martes a la siesta me encuentren horneando pastafrola si me desperté antojada esa mañana. Mi metabolismo suele estar de mi lado, pero el pobre entre tantas hormonas, y arranques de ansiedad (pastafrolita a diario) hizo "cloc" y levante entre 4 y 6 kgs.

Aun no llego a mi peso de siempre y ya estoy inyectándome de nuevo, de todos modos sigo bajando vaya uno a saber porque, de a 100 gramitos x día. Y no se imaginan el buen humor que me invade despertarme a la mañana y palpar las formas de los huesitos de las caderas, x debajo de un acolchadito de grasa rebelde, la alegría me dura todo el día. X fin un círculo virtuoso (aunq lo de "virtuoso" es discutible).

Ahi confirmo que vale la pena estar viva, y que no tengo remedio, no importa cuanto ayude a los demás, cuantos libros lea, cuanto amor me desborde del pecho, hay un espacio considerable en mi mente y mi corazón que están contaminados por la vanidad y la tilinguería. Lo veo, lo acepto, y lo dejo pasar tranquilamente, confiada en que Dios me dará la opotunidad de madurar y reemplazar esos sentimientos x algunos mas sanos y felices.

Comentarios

Verónica Frágola ha dicho que…
enocntre tu blog en infertilidad.com... me encanto. Eso si, yo soy RE frivola, y ahora con las inyecciones y la angustia mi talle de pantalon explota!... y no me importa!besos
Angeles ha dicho que…
Claro q no te importa, siempre que tengas a mano una crema xra hermosearte!! (acabo de leer tu perfil y te cuento q amé lo de las cremas)

Entradas populares de este blog

Las nuevas chatas

Baba de Caracol