madres imperfectas

Educar a los hijos es mas intrincado de lo que parece. Pasa que, amén de lo que les digamos o  prometamos, siempre aparecerá nuestro ejemplo, malo o bendito y, fulminantemente, los educará
 por nosotras. Es ley. 

Lo que nos tomamos a pecho la maternidad, ni locas nos conformamos con hijos mediocres, y nos resistimos a aceptar que ellos repitan nuestros errores o defectos. Alguna necesitara tener hijos perfectos para presumir, pero son las menos, la mayoría simplemente amamos tanto a nuestros pollitos que quisiéramos ahorrarles el sufrimiento que nosotras mismas experimentamos al cargar con nuestros defectos y errores.

 Como pedirles respeto a los gritos? Como estimularles la paciencia y la  tolerancia a la frutración cuando contamos hasta 3 y a la 4ta ya estamos furiosas? Como generar autoconfianza, cuando resoplamos con los ojos en blanco si derrama el vaso de licuado en el comedor reluciente?

Complicada ciencia en la que nos metimos, la de enseñar algo en la que no somos expertas.... La buena noticia es que estamos vivas, seguimos creciendo orgánicamente, junto a nuestros hijos. No esta todo dicho y podemos aprender junto a ellos lo que queremos ensañarles.

Lo primero es sentarnos con nuestra pareja, café, cuaderno y lápiz en mano, a pensar cuales son los valores primordiales que queremos en nuestra familia. Todos , en orden de prioridad, y de ahí en adelante, elijamos 5, los mas mas mas importantes para nosotros, y analizamos con el corazón en paños menores, si realmente somos ejemplo de tales valores. Si lo somos mi mas sincero aplauso!!!

Esos valores que todavía (palabra clave) no encarnamos del todo, esos ideales que soñamos en nuestros hijos, podemos empezar a trabajarlos nosotros en forma personal. Nos propondremos, de ahora en mas, mejorar un poquito cada día, y compartir el aprendizaje con nuestros hijos. No sera tan efectivo como si ya fuésemos expertos, por supuesto, pero aparece la coherencia al rescate.

Entonces, ya no vas a ser una mama que exija respeto a gritos, sin mas. Vas a ser una mama que exija respeto, grite, y acto seguido pida perdón por esa falta de respeto, le asegure que el no la merece y que esta poniendo su mejor esfuerzo por no gritarle mas.

Con cual mama es mas probable que el niño aprenda el valor del respeto? Obvio que con la 2da, y con un bonus plus del ejemplo de la humildad y flexibilidad, que le ensenarán que es posible cambiar siempre.

Y lo que la practica hace al maestro, si seguimos sin desanimarnos por este caminito de autocorrección y encarnación de los valores que deseamos generar en nuestros hijos, un día descubriremos que no solo nuestro hijo no grita para comunicarse, sino que nosotras mismas, ya somos en las expertas de lo que soñamos para ellos.

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