Ocupación: Ama de casa

Diferentes circunstancias de la vida me llevaron a ser ama de casa. Con el mal hoyo de que vengo a serlo justo en la época en que ama de cada es sinónimo de loser total. No pego una, no hay caso. Soy católica a ultranza, casada en mi primer matrimonio con esperanzas de durar toda la vida y pretensiones de fidelidad, y, para colmo de males, soy ama de casa.

Soledad Dolores Solari es Madonna al lado mio. Es tiempo de contarles como llegué a ser esto que soy: una ama de casa y punto.


Allá lejos cuando era preadolescente quedé maravillada con la película "Secretaria Ejecutiva", guau, era lo más, no veía las horas de crecer para calzarme un trajecito y tener mi propia agenda!!! Me imaginaba yo impecable, rodetito y patillas (los 80 fueron implacables en cuanto a moda) en una oficina con superventanales a mis espaldas. Lo curioso es que en mis ensueños no importaba si yo era Cesar Pelli, una psicóloga intelectuoloide, o la secretaria personal de Cristina krirchner , el punto era tener una oficina con ventanales de techo a piso, y twin set con hombreras, por supuesto.

Estaba decidido, no iba a ser una Susanita insulsa, iba a ser profesional y me iba a llevar el mundo por delante. LLegué a planetarme vivir en pareja y sin hijos que interfieran en mi pulposa vida laboral. Me creí interesante, canchera y ambiciosa, en ese momento no sabía que solo estaba respondiendo a otro mandato social, generado un par de décadas antes por movimientos feministas: trabajarás como un burro de carga a la par del hombre, y serás exitosa económica y profesionalmente o no serás nada.


Los adolescentes deberían tener prohibido elegir una carrera. Uno debería poder elegirla de niño, cuando la autenticidad y la fantasía no tienen límites, y a lo sumo pegar una retocadita de adulto, ya con los pies en la Tierra. Pero en la adolescencia??? Quien conoce un adolescente en su sano juicio??? Pero no, justo en esa etapa lo mandan a uno a elegir lo q con suerte hará al menos 8 horas x día los próximos 40 años de su vida.


No hay que ser superdotado para darse cuenta de que si elegía una vocación en base a hombreras y ventanales seguro metía la pata. Así fue. Elegí Psicología, y desde antes de empezar a cursar ya pasaba horas imaginando como decoraría el consultorio en el piso 20, y que ventanales!!! Me recibí, le agarré el gusto a la cosa, abrí y decoré 4 consultorios en 4 años. Con sus respectivos ventanales.... Redecoré varias cabezas y corazones también, debo agregar...


Lo paradógico: era muy buena como psicóloga, con mucho amor nada puede salir mal, y mi principal herramienta terapéutica fue el amor. No temo pecar de presumida, reconocer los propios dones y habilidades es un deber que tenemos para con nuestra autoestima, y no debemos mutilarlo con falsa modestia. Si necesitara un psicólogo, me sacaría un turno a mi misma.


Pero como fanática de las comedias dramáticas y los dramas pasionales, no podía simplemente morirme de vieja y millonaria o aplastada x mi prestigio, sería un final demasiado hollywoodense y feliz. Y me pasó lo peor que me puede pasar en la vida: me aburrí. Creanme que puedo hacer cosas sin ganas, puedo hacer sacrificios indecibles, pero el aburrimiento me inutiliza.


Cuando vine a vivir a Buenos Aires ya sabía lo que no quería ser: Psicóloga. Pero el sueño del trajecito con hombreras, dando sus últimos coletazos me llevaron a cursar 2 años una maestría en Recursos Humanos. Durante los años de cursado sin trabajar, tuve el tiempo de conectarme conmigo y con lo que realmente quería en mi vida. Descubrí mi verdadera vocación.


Reconozco que fue un shock, porque mi verdadera vocación, lo que hacía palpitar cada célula de mi cuerpo nada tenía que ver con trajecitos, portafolios o billeteras abultados. Mi vocación era tan abstracta y simple a la vez, tan obvia que se me había pasado x alto. Mi vocación era la de amar.

Es así como decidí no invertir mi tiempo en hacer platita sino en tratar de disfrutar la vida y darle vuelo a mi vocación hasta la locura. Lo que no se puede tener todo, debí elaborar un duelo por el prestigio que no logré, por tener que llenar cada formulario con "ama de casa", y ser mucho mas pobre que si me hubiese dedicado a trabajar.

Lo que dejé de lado es un precio pequeño a pagar al lado de la posibilidad de disfrutar de mi tiempo, y aprovechar mi energía en ser todo amor para mi gordo, mi familia, mis amigos, taxistas, todo quien esté dispuesto a recibirlo. Obtuve también la oportunidad de abrir mil puertitas como hacer artesanías, estudiar inglés, cantar en un coro, e ir a misa casi a diario.

No se si "ama de casa" sea lo que mas represente mi estado actual, pero no me da para llenar formularios poniendo "ocupación: amante".

Así es como la felicidad me increpó y no pude mas que dejarme seducir, en palabras de Silvio Rodriguez "sin sueños dorados pero a salvo el amor".



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Te gusta Silvio amiga...
Conmigo sumaste un puntito mas... :)

Muy bueno el relato, y muy buena la elección Niza... La vida no es el trabajo... el trabajo es un medio, nada mas. Y el reconocimiento q importa, es de las personas q amas y q te aman; y la verdadera satisfacción, la verdadera realización, es la de poder amar y dejar q te amen.
El resto es cosmética...
Besitos Niza...
Iván
Angie ha dicho que…
Niza...yo soy otra mas de las "amas de casa", y me costo mucho, pero tenes razon cuando uno encuentra su vocacion esta bueno poder seguirla, aunque no sea muy popular hoy en dia.Yo en el formulario pondria "madre con los brazos abiertos" mama ya sos en tu corazon, solo falta que se te llenen con un hijo ...que solo esta demorado pero seguro va a ser muy feliz entre losbrazos de una mama que lo espera tanto.
Anónimo ha dicho que…
"No se si "ama de casa" sea lo que mas represente mi estado actual, pero no me da para llenar formularios poniendo "ocupación: amante".

Que frase más hermosa. Te admiro... creo que nunca deje de hacerlo... tenés un corazon muy grande.

Fer Kohai

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